domingo, abril 18, 2010

recuento de los daños

Para nada es un secreto que éste año escolar ha sido uno de los más pesados de mi carrera, estuvo lleno de trabajo, tarea, proyectos y metas, pero también muchas frustraciones.

Entré en una etapa de cambio, mi perspectiva de la música se transformó radicalmente, mi concepto de trabajo adquirió importancia en mis prioridades, y el deseo de aprender y conocer más se volvió más intenso.

Parecería que cuando uno pone más empeño en hacer las cosas, cuando más las espera, más pesado se vuelve el camino.  Me hice consciente de cosas negativas que antes no había visto, ir a la escuela se convirtió en una carga, y la programación de ensayos extras me producía dolor de cabeza.

No puedo decir que realmente consideré la idea de dejar la escuela, nunca quise verlo como una opción, pero sí debo admitir que entré en un conflicto acerca de qué camino tomar y cómo abordarlo.

Como no hay mal que por bien no venga, empecé a convivir con personas de más trayectoria, poseedoras de la información que yo tanto deseaba aprender, siempre dispuestas a compartir su experiencia y, sobre todo (y de gran importancia para mi) a no dejarme caer en la apatía general del ambiente de la orquesta y la escuela.

No sé si algún día llegaré a ser un músico reconocido, pero pondré en ello todo mi empeño, y el día que lo consiga, esas personas sabrán que fueron parte no sólo de mi formación, sino de mi crecimiento como ser humano.

A todos ellos, un abrazo y un agradecimiento enorme.

Por que ya siento que salí del bache

Por que este año ha sido "EL AÑO" y ya casi se acaba!!!

martes, abril 13, 2010

El arte de amar

Hace ya un par de semanas que terminé de leer El Arte de Amar de Erich Fromm, pero no había tenido tiempo de sentarme a escribir al respecto.  Ahora temo no recordar lo que quería compartirles.

Hay libros que de fácil lectura que sólo entretienen, hay otros que te dejan con una sensación agradable, otros que desatan emociones, algunos que te quitan el sueño, y hay libros que te hacen reflexionar y te dan una enseñanza para la vida.  "El Arte de Amar" es uno de ellos.

Con cada palabra Fromm explica desde la necesidad que impulsa al ser humano a experimentar las diferentes formas del amor hasta aquéllo que hace fracasar sus intentos por superar la soledad.  Si bien el autor comienza diciendo que el lector no encontrará un manual para aprender a amar, las palabras y reflexiones contenidas en este libro le serán de mucha ayudar para encontrar la forma de otorgar y recibir afecto sincero.

Me gusta que maneja el amar como un arte, con todo lo que eso implica.  Menciona que requiere paciencia y disciplina, que es una habilidad que se desarrolla con el tiempo y con la práctica y que, como todo arte, para llegar a dominarlo requiere ser una prioridad en la vida, es necesario enfocar en ello gran parte de nuestra energía.

Totalmente recomendable para todas las edades, estados civiles y estados mentales (bueno, no es cierto esto último, no se cómo pudieran reaccionar, je!), sobre todo para aquéllos interesados en conocer y comprender un poco más de este arte tan necesario, buscado por muchos y alcanzado por pocos.

Cuesta entre 100 y 150 pesos y se consigue en casi cualquier librería

¿Qué sigue?  Posiblemente el Amadís de Gaula que me prestó Nirva... para por fín devolvérselo.  
Literatura Medieval Fantástica, no se pierdan los comentarios ;)

lunes, abril 12, 2010

Visiones del pasado


Hace poco más de una semana, antes de irme al DF, hice algo que había deseado durante varios años: Busqué y conviví con mis amigos de la primaria.

A pesar de que la convocatoria se hizo a varias personas, por alguna razón terminamos reuniéndonos nosotros cinco, precisamente el inseparable grupo de aquéllos tiempos.

No puedo explicar adecuadamente lo que sucedió, fue como si el tiempo se detuviera, muchas cosas habían cambiado y, sin embargo, todo seguía igual.  Era como haber crecido de la noche a la mañana, como si el resto de nuestras actividades, de las personas que ahora nos rodean, se hubieran aparecido de súbito enriqueciendo nuestras vidas, pero como si nosotros siguiéramos siendo los mismos.

Por que a fin de cuentas, en esencia, así era.  Sentí que volvía a ser niña, reviví escenas en mi mente, imágenes que había olvidado, recordé nombres, caras, canciones, figuras y juegos de mi infancia.  Esas personitas que me rodeaban me daban identidad, y en su presencia sentía una seguridad muy especial, como si todas las barreras se derrumbaran, como si de pronto jugar en el lodo, gritar hasta el cansancio o pintar muñecos de alambre no solamente fuera socialmente permitido, sino incluso celebrado.

Fue increible ver cuánto hemos crecido y notar que, en esencia, seguimos siendo los mismos niños de la primaria, niños que reían, corrían, pintaban, dibujaban y soñaban.

Y fuimos, por una inexplicable razón, los mismos de siempre...
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La música es pasión, es vida