Graduación

Cuando me gradúe voy a estudiar una maestría, cuando me gradúe voy a conseguir otro trabajo, cuando me gradúe voy a tomar mil cursos, cuando me gradúe me voy a independizar, cuando me gradúe voy a viajar, cuando me gradúe voy a ser feliz...

Y por fin llegó el tan esperado día.  ¿Y ahora qué?

Siendo estudiantes (por tanto tiempo) vemos la graduación como algo tan lejano que, cuando llega, nos agarra por sorpresa.

Resulta que ahora quiero hacer todo... y nada, a la vez.

Algodón de azúcar

Hace varios meses (tal vez años), vagando por un bazar, me encontré con una colorida maquinita que supuestamente servía para hacer algodón de azúcar.  Como soy un tanto curiosa y me gustan las cosas extrañas, la compré, sin intención real de utilizarla a corto plazo.

Pues bien, después de un tiempo considerable, el día de utilizarla llegó hace aproximadamente una semana.  Empecé a investigar cómo se usaba, hice algunas pruebas, y, por fin, les traigo un post sobre cómo utilizarla para hacer pequeños bocadillos azucarados.

Necesitarán:

• Azúcar regular (hay azúcar especial, ya pintada... pero con azúcar normal funciona bastante bien)
• Colorante artificial, obviamente comestible (con un par de gotitas basta)
• Un par de palillos de dientes (para juntar el algodón)
• Un embudo pequeño
• ...y la maquinita

El procedimiento es de lo más sencillo.  Pintas el azúcar con unas cuantas gotas de colorante, agregando según la intensidad del color que se quiera lograr, y se deja secar para que no se haga una pasta que atore el motor de la máquina.

Ya que está seca, se deshacen los grumos y se vacía, ayudándose con el embudo, en la parte de plástico transparente del centro de la máquina.  Se tapa, alineando bien los contactos para que funcione, y se mantiene presionado el botón durante el ciclo.  Al terminar se retira el algodón que se formó en las orillas del aparato.

Esta simpática maquinita trabaja en ciclos de 30 segundos, por 10 segundos de descanso, y la batería le dura para hacer aproximadamente diez algodoncitos.

Lo malo:

- Hay que conectarla durante casi 8 horas, para que la batería esté totalmente cargada.

- Con carga completa, funciona como por 10 ciclos

- No funciona conectada

- Los algodones de azúcar que se obtienen son muy pequeños

Lo bueno:

- Es muy fácil de usar

- Los algodones que se obtienen son muy pequeños, así que no hay que preocuparse por comer demasiado.

- Es bastante económica, en comparación con las máquinas más grandes, o más elaboradas.

- Por su tamaño pueden utilizarse en decoración de postres.

- No necesitas salir de casa para poder satisfacer el antojo.

- Es mucho más barato que el algodón de azúcar que se vende en las plazas.

Con colorante azul, este es el resultado:

Fue una buena compra, después de todo ñ_ñ!

Pininos pinturescos parte. 1

Por fin me graduaré, en un par de meses...  Y ya con más tiempo libre, espero volver por aquí.

Mientras, los dejo con unos cuantos pininos pintorescos que me aventé estos días.

ñ_ñ

Diferencia

En francés "Je t´aime" se usa como "te quiero" y "te amo"

...por algo ha de ser

Feliz día para todos

(tarde, pero al fin aquí)

Viviendo con prisa

El semáforo está en verde...

Divago en los eventos del día.  Primero el ensayo de la orquesta.  Estoy tan cerca del teatro que doy un rápido vistazo al espejo para rectificar que el maquillaje esté en orden.

El semáforo sigue en verde...

Más tarde tengo que ir a la escuela.  Traigo en el carro todo lo necesario? Hago una lista en mi mente: Violín, partituras, cuaderno...

Un vistazo más cuando estoy por atravesar el crucero y el semáforo cambia de amarillo a rojo.  Detengo el carro con un poco de violencia. ¿la luz verde había estado intermitente o había pasado directo al amarillo? ¿Por qué no me di cuenta? Mi mente se pone a trabajar velozmente para crear explicaciones a lo ocurrido, pero una cosa era clara:  Había estado distraída.

Este singular suceso me puso a pensar en todas esas ocasiones en que, por estar pensando a futuro, acelerando la vida, nos olvidamos de vivir el presente, y el patrón se repite con tanta frecuencia que incluso se ha convertido en cliché.  El niño que quiere ser grande, el estudiante que quiere graduarse, la amiga que no puede esperar para ser novia, la novia que no puede esperar para casarse, la esposa que no puede esperar a tener hijos.

Y no es que querer algo más sea malo, es simplemente que aveces olvidamos disfrutar a plenitud la etapa que nos toca vivir, y aunque soñar parece ser una idea excelente (y en cierta forma lo es), no debemos olvidar que lo que realmente podemos vivir y disfrutar es el momento que está transcurriendo.

No digo que sea fácil, yo me declaro culpable de estar imaginando, pensando a futuro, planeando mi vida.  Pero creo que vale la pena, de vez en cuando, poner los pies sobre la tierra, mirar alrededor, tomar una buena bocanada (...) de aire fresco y sentarte a disfrutar el momento que te toca vivir.

Al menos hay que intentarlo, no?

Gracias a Ireth Numenesse por la imagen del semáforo ñ_ñ!

Navidad

Conforme se va acercando la temporada navideña me voy poniendo un poco más emocional, usualmente espero con ansias el 24 de diciembre, y voy tachando mentalmente los días con un enorme crayón rojo, imaginando la cena de navidad, la familia reunida, ese momento en que todos abren los regalos y la casa se llena de abrazos y buenos deseos.

Pues bien, este año, la navidad me aplastó, el 24 me llegó de golpe y me agarró desprevenida, con una lista de regalos incompleta y sin la sensación esa de paz y tranquilidad que usualmente caracteriza estas bonitas fechas, es por eso que hoy me lanzaré a las conocidas "compras de pánico" a terminar lo que debió quedar listo hace un par de semanas.

Decidí que a lo largo del día intentaré llenarme de ese bonito espíritu navideño, que a fin de cuentas lo más importante está listo, el arbolito ya está puesto, la familia estará reunida, y el nacimiento estará listo para recordar lo que celebramos hoy.

En fin, hoy no amanecí muy inspirada, pero les recomiendo que lean la última entrada de Vir, en su blog "cuidado al cruzar", una bonita historia del verdadero espíritu de la Navidad:  http://nenacuidadoalcruzar.blogspot.com

Un abrazo para todos, que pasen una muy feliz navidad.

Foto: Angelito que hice en mi casa, aprovechando la nevada del 2004

Misterio femenino

El día de hoy vengo a resolver una duda que seguro habita en la mayoría de los chicos, muchachos, varones, etc.

¿Qué tanto guarda, en su bolsa, una mujer?

Pues bien, para responder a esta duda de la forma más sensata, saqué todas las cosas de mi bolsa y las puse sobre la mesa, sin agregar o quitar objeto alguno... los resultados pueden variar y todas traemos cosas diferentes, pero el contenido básico de todas las bolsas es el mismo.

Ahí les va la descripción de lo que encontré:

* Maquillaje.  (kilos y kilos) polvo translúcido, esmalte y brillo para labios, y en una pequeña cosmetiquera había brochitas, delineadores, rimel, pinzas para las cejas, etc...

* Pasadores.  Para nunca andar "deschavetada"

* Monedas

* Botones. De los que se le sueltan a la bolsa (para, un año de estos, volvérselos a poner)

* Perro.  Muerde los lápices (WTF)

* Dulces.  Casi siempre traigo dulces.  En este caso traía unos chicles y medio chocolate =3

* Celular.  En este caso puse la funda, con intención meramente ilustrativa... el celular estaba en mi mano al momento de tomar la foto.

* Bolsita para plata.  No sé en qué momento saqué los aretes que había en ella y los guardé en otro lado... total que la dichosa bolsita estaba vacía!

* Cepillo de dientes. Para las emergencias.

* Bolsita para pañuelos desechables (fuera marcas!). Y sí, también estaba vacía.

* Lápiz y pluma.  Para el trabajo

* Crema para las manos.  Con olor a niña (si me piden, se atienen a la característica esa del olor :P)

* iPod.  En general no lo cargo después del asalto, pero hoy estaba ahí... ni hablar!

* Memoria USB

* Puntillas para lapicero, del no. 5.  ¿Alguien notó ya que no cargo un lapicero?

* Cartera.

* Boleto de cine

* Tazo de bob esponja.  Queeeee? pensaba regalárselo a algún niño :P

* Papelitos con anotaciones y una bolsa de cuerda de violín.  Sí, adivinaron... sin cuerda.

* Usualmente traigo mis llaves, con su mega llavero, pero en esta ocasión se quedaron en la puerta


Y bueno, creo que es todo... En conclusión... diariamente utilizo como el 50% de lo que cargo en mi bolsa, pero el otro 50%... se puede ofrecer

Muchachos: Ahora ya saben más o menos qué cargamos en nuestras bolsas

Chicas: se me pasó algo? traen ustedes algo distinto

Aniversario

Este noviembre la hostería cumplió cinco años...

Cinco largos años de aventuras, de correr riesgos, de lágrimas y risas, de ganar y perder, de encontrar, de dejar ir, de cambiar de opinión, de rectificar, de aferrarse, de luchar.

Y la verdad es que...

...hace cinco años no imaginaba estar donde estoy ahora

Lo que ellos quieren

(empecé a escribir este post hace más de dos semanas y apenas hoy lo pude terminar... 

a ver si por fin se acaba esta racha de bloqueo mental!)

Hace un par de semanas salió en la televisión la película "Lo que ellas quieren" dirigida por Nancy Meyers y estelarizada por Helen Hunt y el guapísimo actor ojiazul Mel Gibson (si muchachos, este blog lo escribe una "chica" -para no salir del contexto de película norteamericana- ... vivan con eso... ñ_ñ!)

El caso es que (aviso de spoiler) les contaré que en cierto punto de la película a Nick Marshall (Mel Gibson), publicista radicalmente machista, se le ocurre hacer una serie de cosas muy poco masculinas (si, si... pierde algunos puntos) y, acto seguido, recibe una fuerte descarga eléctrica. Esta combinación de sucesos le otorga la habilidad de escuchar lo que piensa cualquier mujer que se cruce en su camino.

El resto de la trama de la película no tiene cabida en este post, pero lo comento porque me puso a pensar si realmente sería recomendable tener la capacidad de escuchar los pensamientos de los incomprendidos entes del sexo opuesto (para cualquiera de los casos).  Y es que los seres humanos (la mayoría, pues) vamos por la vida preguntándonos si la imagen que damos es captada como queremos, de ahí que encontremos con frecuencia cadenas, etiquetas e imágenes que nos incitan a contestar las siguientes preguntas (he visto todos y cada uno de los ejemplos que pongo a continuación...!!!!):

* ¿Qué opinas de mi?
* Escribe un algo que tu y yo hayamos vivido juntos
* ¿Recuerdas cómo nos conocimos?
* ¿Qué pensaste de mí la primera vez que me viste?
* Algo que te recuerde a mí
* Si yo me muero mañana, ¿Qué me dirías hoy?
* (una de las peores...) Si te dijera "hoy te voy a decir sí a todo lo que me pidas", ¿qué me pedirías?

Y es que poder entrar en la mente de los demás puede parecer tanto idea muy atractiva como una espada de doble filo, pero es cierto que resolver la incógnita de cómo funciona el sexo opuesto y qué podemos hacer para comprender le mejor ha ocupado la mente de hombres y mujeres a lo largo de la historia de la humanidad.  Se han escrito libros, canciones, tratados, teorías, majestuosas obras musicales, poemas, historias fantásticas, novelas y demás sobre el amor, pero siempre, a la hora de la hora, aparece la incógnita, surgen las dudas, aparece el nerviosismo y lo demás... y cómo ayudaría escuchar los pensamientos ajenos!!!

Pero resulta que no, no es lo mejor, por que se perdería la magia, se acabaría el torrente de emociones cuando descubres un gesto o una palabra que echa a volar tu imaginación, que te provoca maripositas en el estómago, que te hace soñar...

Por eso creo que es mejor dejar de preocuparse y aceptar lo que la naturaleza diseñó y, en todo caso, empezar a volver los sueños realidad.

Y para cerrar este post, los dejo con un bonito video para los que siguen aferrados en encontrar una guía para entender al sexo opuesto...

(y si, eventualmente, la encuentran, háganmelo saber... no estaría de más :P!!!)

Cosa de dos

Una de las cosas que más disfruto en la vida es bailar, porque bailando expresas, te comunicas, sientes y disfrutas.

Porque bailando se olvida todo, se crea una grieta en el tiempo donde no hay más, no hay lugar para los problemas, las envidias y los rencores.

Porque bailando hablas sin articular palabra y escuchas sin poner atención, y cuando te sientas es como si hubieras tenido una larga conversación con tu compañero de baile, una de esas pláticas agradables donde hay armonía, donde hay acuerdos, donde no hay discusión.

Tal vez por eso es tan importante tener un buen compañero de baile

tal vez por eso lo busco y lo disfruto

tal vez por eso me gusta tanto...
...y tal vez por eso no me gusta bailar sola