Del domingo pasado, jeje llega la sección de
Cosas de Dios
En esta ocasión, es un gusto para mí compartir con ustedes una vivencia de una personita muy especial que pueden visitar en El blog de Patty y que publicó una entrada, haciendo referencia a nuestra sección...
A mi me gustó mucho, refleja el espíritu navideño que todos debemos llevar dentro
Besos y saludos inflamados
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Eran aproximadamente las 7:30 pm y acompañé a mi mamá al centro porque teníamos que recoger a mi hermano. Cual fue nuestra sorpresa al llegar ala Plaza del Ángel, y encontrarnos con un gentío tremendo. El motivo: El encendido del árbol de Navidad.
La gente iba y venía, con una sonrisa de oreja a oreja. Los niños corrían unos tras de otros, con sus luces de bengala encendidas a la par de sus caritas.Las mamás no perdían el tiempo, y se formaban amontonándose por conseguir unos tamales, mientras que otras se limpiaban el azúcar que los buñuelos les habían dejado en las mejillas.Otras simplemente los guardaban en bolsas de plático y se retiraban, visiblemente a compartirlo en casa con el resto de la familia.Yo todavía no terminaba de acomodar esas imágenes en mi cabeza, cuando percibí un sonido de villancico, que me invitaba a mi y a toda la gente a tener una Feliz Navidad.
Fue entonces, cuando un nudo llenó mi garganta. La llenó y me dejó darme cuenta una vez más del poder infinito que tiene Dios en mi vida y en el mundo entero. Su capacidad maravillosa de juntar a tanta gente y hacerla tan feliz.
Di gracias por momentos como ese, y deseé enormemente que estuviera toda la gente que quiero ahí conmigo, y aún cuando no fue presencial, agradecí también el tener salud y vida para disfrutarlo y poder acordarme de cuánto los quiero.
Espero que momentos así, espontáneos pero grandes, llenen sus vidas, como llenan la mía.
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