Al son de un piano muy desafinado y un pianista no muy bueno, se sentaron a platicar
Y ahí estaban ellas (y él...), hablando de las desgracias de los examenes finales y de la triste manera de calificar de las distintas academias del conservatorio...
Pero a su vez, cada cabeza era un mundo
Galia en sus meditaciones profundas... realmente es una persona con mucha sabiduría...
Eliud y Alfredo, quejándose de la vida, y de los acordes mal hechos y la voz desfinada del pianista
Dianita entre enojada y triste por los resultados de su examen de cambio de nivel... un 97 (la mayor parte de la gente lo llamó vanidad... pero yo la comprendo a la perfección)
Y ella... ella simplemente divagaba en los escenarios que su mente creara horas antes, mientras se arreglaba para ir al recital de su amiga Diana, que habia esperado por largo tiempo...
"este vestido esta bien" pensó "aún me quedará?... si... vaya!!!"
"¿cuanto tiempo tengo?... ya esta... si... asi... no, asi no me va a alcanzar el tiempo..."
se había metido a bañar con agua fría, pues si esperaba a que ésta se calentara, no llegaría a tiempo al recital
"hay hay... fria!!..." y el aire se colaba por la ventana que había olvidado cerrar...
Se bañó con rapidez, en parte por el frío del agua que caía sin piedad (jiji) y en parte por el reloj que avanzaba sin detenerse... "es que él no entiende" pensó, y la idea se le antojó divertida
Una vez que el suplicio había terminado, y ella se había vestido (dos veces, al no quedar completamente convencida con los resultados) se decidió a peinarse. "así?... no, no hay tiempo", "así? no... así ando siempre"... "así? es muy batalloso... ok ok, la ocasión lo amerita"
y fue así como se peinó como no lo hacía en mucho tiempo, y unos rebeldes rizos cayeron sobre sus hombros
"ya está... ahora el maquillaje... qué hora es?.. AHH ya es tarde... bueno, me pinto rápido y me voy"
listo... son las siete en punto... si hago quince minutos de aqui al conser... bueno, espero que se tarden un poquito en empezar...
Llegó al conser cuando el concierto recién habia empezado... Se sentía extraña, por un lado creía que iba demasiado formal (uno no anda todos los dias de vestido... falda tal vez, pero no vestido) y por otro, por que este era más corto de lo que se había puesto en los últimos días y "había perdido la costumbre"... "cuestión de empezar de nuevo" se dijo, y siguió caminando.
Entró a la sala de conciertos entre el cambio de preludio a fuga de bach, el número dos del programa, y espero hasta que la pieza terminó para ir a sentarse. Mientras eso ocurría, saludó con un movimiento de mano a varias personas que se encontraban en la parte de atrás de la sala. Alfredo (que estaba sentado frente a ella) le hizo unas caras que la cohibieron un poco, pero a fin de cuentas era Alfredo (jajajajajaja).
Al sonido de los aplausos fue a sentarse en la penúltima fila, al lado de Ismael que estaba visiblemente emocionado con las manos de Diana que volaban sobre el teclado.
Las imágenes iban y venían por su mente, evocadas por la música de las manos de Dianita...y empezó a divagar, como es su costumbre, entre las cosas que habían pasado y las que podrían pasar...
En algún momento de lucidez, y sin dejar de disfrutar la música, miró alrededor para ver a las personas conocidas que habían asistido al evento...
Ahí estaba Julia... claro!!! no podía faltar... tambien Liliana, Paty, Eliud, Galia, el profe Sergio Barragán (de canto), el profe Armen (de violin), la maestra Emma (de francés), las maestras Cristina Ibarra, Anush, y Lilith (de piano) como sinodales, Marco Aurelio (director del conservatorio), Alonso, Ismael (ya mencionado), Alfredo (tambien mencionado), Laura y Félix, Martita y ya no recuerdo quien mas... la sala no estaba llena (contrario a lo que ella pensaba), pero tampoco estaba muy vacía. "casi llena" pensó "pero está bien"
El recital terminó y el aplauso del público inundó la sala. Ismael y ella se pararon al aplaudir, pero fueron los únicos (junto con otra señora). Por un momento se sintió extraña en esa posición, pero Diana lo merecía.
El recital había terminado...
Y era así como, despues de la espera por la calificación de Diana, habían llegado al Cafetales y se encontraban sentadas (y él) alrededor de la mesa, escuchando un piano que preferirían no haber escuchado
Y no es que ella pusiera atención a la plática, simplemente era como soñar despierta
¡Había tantas cosas en su cabeza!
que hacer? que no hacer? cómo hacerlo y cuándo?... de esas preguntas que nunca obtienes respuesta hasta que "es cuándo" llegaban a su mente. El problema es que "no era cuándo"...
Tomó una servilleta en sus manos y comenzó a hacer tiras de ella y, poco a poco, la mesa comenzó a llenarse de delgados jirones de papel... y las cosas en su mente se deshacían al mismo tiempo
Despues de unos momentos había un singular montonsito de servilletas hechas pedazos sobre la mesa... no, no es cierto, fueron solo dos... una masa de trozos de nada... algo similar pasaba en sus pensamientos
Al fin pidieron la cuenta y se despidieron, despues de haber conocido más a la gente que ya conocía
"nunca terminas de conocer a las personas" pensó, y, por alguna extraña razon, la nostalgia invadió su cabeza
A casa...
4 comentarios:
mmmmmmm no manches, ay claudia!
ay pero estamos de acuerdo k el pianista si estaba del nabo!!!
y k mala eres, me repirmes mi capacidad de observar!!! jajaja
me encanto la parte donde la nostalgia invadio tu cabeza.. esque fue como algo muy llegador despues de una noche pesada (ya sabes a lo que me refiero), ten en cuenta que siempre vamos a obtener una recompensa despues de tanto batallar. Y recuerda que nunca terminar de conocer a alguien es lo que hace especial la relacion..
oye y explicame komo esta eso de:
al fin de cuentas era alfredo???
^o)?
pk lo diras?
jajajajajajajjajajjajaja
alfredo... estas seguro de que quieres que te lo explique por aqui?
jajajajaja
:) gracias raul por tu comentario... lo tomaré muy en cuenta
Publicar un comentario