sábado, diciembre 08, 2007

Efecto Mozart

Y despues de mis ausencias les publico algo que me llegó a mi correo y que me dió mucha risa... y que además no tiene nada que ver con las secciones de la hostería

Ahí les va, una reflexión de alguien que no tenía nada que hacer.... para todos mis queridos amigos músicos

Tal vez ustedes ya hayan oído hablar del “efecto Mozart”, expresión que se refiere al poder transformador de la música de Mozart y sus efectos en la salud, educación y bienestar, especialmente de los niños.

Recientemente los especialistas hicieron nuevas investigaciones, he aquí los resultados:

Efecto Paganini: el niño habla muy rápido y con palabras extravagantes, pero nunca dice nada importante.

Efecto Bruckner: el niño habla muy lento, se repite con frecuencia y adquiere reputación de profundidad.

Efecto Wagner: el niño se torna megalómano y adicto a la mitología germánica. Habla con frases larguísimas que finalmente terminarían haciendo dormir a los oyentes si no fuera por los gritos que da de vez en cuando.

Efecto Beethoven: el niño padece de ataques de ira repentina, depresión y se hace el sordo cuando le hablan.

Efecto Mahler: el niño grita sin parar a todo pulmón durante varias horas diciendo que se va a morir.

Efecto Schönberg: el niño nunca repite una palabra antes de usar todas las otras de su vocabulario. A veces habla al revés y con el tiempo la gente le deja de poner atención. El niño opina que esto se debe a la incapacidad de la gente de entenderlo.

Efecto Boulez: el niño balbucea bobadas todo el tiempo. Después de un tiempo a la gente ya no le parece gracioso, sin embargo poco importa pues sus amiguitos creen que es un genio.

Efecto Ives: el niño desarrolla una habilidad fenomenal para mantener varias conversaciones al mismo tiempo sin decir nada importante en ninguna.

Efecto Philipp Glass: el niño acostumbra decir lo mismo una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez... con mínimas diferencias que nadie nota.

Efecto Stravinsky: el niño tiene una tendencia pronunciada a explosiones de temperamento salvaje, estridente y blasfemo que frecuentemente causan escándalos en el jardín infantil.

Efecto Stockhausen: el niño aprecia en cada ataque terrorista una obra de arte.

Efecto Brahms: el niño habla con una gramática y un vocabulario maravilloso... siempre que sus frases contengan múltiplos de 3 (3, 6, 9 palabras, etc.)... Sin embargo, sus frases de 4 u 8 palabras resultan bobas y poco inspiradas.

Efecto Pärt: el niño dice tres o cuatro palabras y sume en una depresión profunda a todos los que lo oyen.

Y claro, el Efecto John Cage: el niño no habla. De cada 10 profesores 5 creen que es un genio y los otros 5 que es un retrasado mental

2 comentarios:

Ules dijo...

¡ja ja ja! muy ingenioso Clau...
¡Saludos!

Ireth Númenessë dijo...

Jejeje creo que uno de mis sobrinos tal vez manifieste el efecto Beethoven :P

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La música es pasión, es vida