Dia XIII
7 de agosto
(ahora, a petición de Lety, a quien le mando muchos saludos, le copiaré a Ángel lo que les escriba a ustedes)
El día de hoy fue más provechoso de lo que habría esperado. Nos levantamos temprano, con el tiempo justo para llegar a nuestra clase con Igor Oistrakh, hacía mucho sueño, pero nos dirigimos prontamente (jaja, prontamente) hacia la escuela.
Llegamos con un poco de tiempo de más y subimos nerviosamente por el elevador. Entramos a la clase, yo sería la primera, y moría de nervios. La pianista acompañante no había llegado.
Mi querida clase no transcurrió como yo hubiera deseado, a falta de piano empecé a tocar sola, un tanto insegura y aún fría por falta de calentamiento. Oistrakh padre (a diferencia de Oistrakh hijo) tiene un genio bastante peculiar y lo hizo notar al momento. Cuando llegó la pianista, Oistrakh se calmó, yo adquirí seguridad y él se mostró mas entusiasmado. (no digo malas palabras por que es horario de niños, jeje)
Siguió la clase de Yole y al terminar salimos de la escuela con dirección a la tienda de partituras. Había tantas cosas tan interesantes ahí, pero tan caras!!! Salí con unas partituras de más (légende de Wieniawski, y una colección de composiciones de paganini) y 30 euros de menos. Pero muy bien gastados!
Regresamos al departamento a refugiarnos del calor y del sol abrasador. Comimos y descansamos, y volvimos a salir, compramos unas cosas lindas y nos dirigimos una vez más a la escuela, pero ahora con la intención de ver una presentación de una amiga de Portugal, violista-violinista, que tocó al lado de otras cinco violas. La grabamos obviamente, y nos salimos del concierto por que seguían puros pianistas (y no es por nada, pero ya me tienen medio cansada... ay, hola Hiram :P)
Compramos nuestra tarjeta de descuento para los museos y nos dirigimos a la fortaleza Hohensalzburg. Aquí les dejo para que se den una idea...
subiendo en el tenesito
Vista panorámica desde aquellas alturas
un poco de los adentros
más adentros
y ya para llegar a los afueras!
En fin, saliendo de ahí caminamos por el centro con algunos problemas con nuestras respectivas tarjetas bancarias. Compramos algunos recuerditos y vimos algo que nos dejó con la boca abierta: un señor joven (?) tocaba en tres octavas de copas de cristal y lo hacía de manera formidable. Nos vendió su disco y cuando llegue al depa lo busqué en internet.. les comparto
Caminamos más y nos subimos al camión. Bajamos una vez más en el mc donalds. No precisamente por que me encante, sino por que es de lo más barato que hay aqui.
Total, llegamos a los departamentos, nos conectamos y empezó a llover, asi que por fin esta fresco el día!
2 comentarios:
mmm.....Como k ya te tienen cansada los pianistas ehh!!??...Muy mal muy mal chavala. :P
Eso de las cópas está super chidote!!
Wow qué chido está eso de las copas!!
Y lo de los pianistas... no, no, no... no sabes lo que dices mujer
Jajaja, saludos!! XD
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