lunes, mayo 04, 2009

La novela de la vida

¿A quién no le gustan las novelas? Historias trágicas de un amor imposible, héroes y villanos luchando día a día por lograr su cometido. Ideales nobles contra crueles venganzas. Capítulo a capítulo nos presentan situaciones familiares e identidades definidas. El entorno y los nombres cambian pero la trama siempre es la misma: Una pobre e inocente mujer, presa de la fortuna que le ha tocado vivir, lucha contra el destino por ser feliz y conseguir el amor del hombre que la ha flechado, ella muestra su audacia y su fuerza, se humilla y se supera, muestra su bondad en cada juicio y acto y consigue el afecto de quienes la conocen y la admiran, siempre y cuando no la envidien. Poco le faltaría para ocupar el puesto de princesa de caricatura y cantar a coro con los animales del bosque.

En una novela a menudo encontramos dos familias principales, la de él y la de ella. Las diferencia de posición económica no se hace esperar y las dificultades que esta situación acarrea se muestran a cada instante. Por si no fuera poco encontramos también una villana principal, con toda su respectiva comitiva, ya sea su madre o amigas, ella cuenta con las más viles intenciones y su maldad no tiene límites, hará lo que considere necesario para obtener la compañía del galán en cuestión.

Reímos y lloramos al compás de la historia y nos identificamos plenamente con la desdichada protagonista, hacemos nuestra su historia y asignamos papeles a quienes nos rodean. La escribimos con sangre para darle un toque de dramatismo y justificamos todo llanto y sufrimiento. Bloggeamos y publicamos escritos sin sentido haciendo énfasis en la dureza de la vida y en nuestra capacidad de superarla. Hacemos un recuento de nuestras tragedias y logros, de los villanos que quedaron atrás y de los que aún insisten en complicarnos la existencia.

Escribimos nuestra novela con largos y elegantes trazos, ponemos especial cuidado en acentos, comas y mayúsculas, y dejamos de mirar el contenido mismo, que dentro de nosotros se cae a pedazos

Olvidamos que no todo en la vida puede ser catalogado como bueno o malo, ignoramos que aquélla "pérfida mujer" que se llevó a nuestro "santo novio" tal vez también lo amaba, le atribuímos a él cualidades principescas y en ella degradamos intenciones y opiniones

Cortamos lazos de amistad, retiramos la palabra a personas que antes queríamos por que en las novelas al galán todo se le perdona y justifica. Así como la protagonista se alegra al saber que el hijo de la otra mujer no es de su santo amado, justificamos sus errores y acciones sin pensar en lo que lo ha llevado a encontrarse en la posición que actualmente ocupa

Y extrañamente no encontramos nuestro final feliz.

La vida no es color de rosa, las aves no cantan al unísono con nuestra voz, ni siquiera entonamos lindas y adornadas frases. El hombre resulta no ser un santo y nosotros perdemos la cordura aunque creíamos ser una blanca palomita.

A veces hay que abrir los ojos, notar las personas no son absolutamente malas o absolutamente buenas, que la felicidad es una decisión diaria, un compromiso cotidiano, por el que hay que luchar a cada instante.

Aceptar que él puede estar equivocado, que yo puedo estarlo, que es de sabios cambiar de opinión, que si hemos de seguir con quienes hemos elegido, pareja, amistad o familia, debemos aceptarlos como son (sin exagerar) y trabajar juntos para llevar una vida armoniosa y una relación de afectividad mutua.

Y por encima de todo, buscar la felicidad y luchar por ella, sin necesidad de un mártir, de gritar a los cuatro vientos nuestro sufrimiento, estar bien por uno mismo, ser y dejar ser para que cada quien pueda encontrar su final feliz.

7 comentarios:

Luis M dijo...

hola!!
un saludo y una abrazo fuerte.
cuidate, DTB.

Missx dijo...

Yo me quedo con la novela de la vida, es la mas absolutamente interesante y maravillosa.... y lo mejor es el final, que aunque sabemos ya cual será, siempre intriga, excita, mueve porque como será??? pero mientras los capitulos escritos y por escribir son verdaderamente dignos de mantenerse como obra maestra... buena entrada... cuidate

Anónimo dijo...

Nosotros quisieramos que los ojos no estuvieran tan abiertos como recomiendas.Así, hasta la inocencia se pierde. Seamos un poco románticos, Claudia, y creamonos que la vida comienza a cada instante, y que es capaz de dar sorpresas ilógicas y muy agradables. ¿Por qué te empeñas en ser psicóloga, eh? Jajaja, no nos tomes tan en serio, preciosa!!1

Blonda dijo...

Te dejé una respuesta larga en mi blog....besotessssssss

Clau Rico dijo...

almita: no cabe duda que la novela de la vida es maravillosa, para que limitarnos a un libreto prefabricado si día con día marcamos nuestro camino.

Publi-c: yo no digo que le perdamos el romanticismo y sabor a la vida. De que viviriamos sin eso? Solo digo que debemos estar conscientes de que no todo es blanco y negro como en las novelas, necesitamos crear nuestros propios matices.

Blonda: gracias linda en cuanto pueda checo el link que me dejaste. Besos

Clau Rico dijo...

Luis: un abrazo enorme para ti tambien :)

Flori dijo...

Clau, gracias por pasar por mi blog desde tan lejos!
Un beso enorme y líndisimo tu post de hoy

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